Agradezco a Andreyna Herrera por publicar una leyenda de mi autoría, con la escultura de mi amigo artista plástico José Luis Marconetti.

 

 

Naa Chache- Mujer pájaro

 

Esta leyenda fue escrita a la escultura que está en el bosque de eucaliptus de la estación José M. Bosch, Buenos Aires,autoría del artista José Luis Marconetti.

 

La choza estaba preparada para el ritual del Hain, muy cerca del campamento. La entrada a la choza no permitía a las naa ver el ritual. Era solo para hombres. Aún así, escondida detrás de un imponente árbol reseco por el viento, estaba Naa Chaché. Enamorada de  Alekatem,  el iniciado, no iba a perderse la ceremonia.

Sin notarlo, se apoyó en las ramas del viejo  árbol, provocando un ruido que alertó a los ancianos, ya preparados para enseñarle a Alekatem, los secretos de las tradiciones y creencias.

Se agruparon, la rodearon, la llevaron hacia una canoa y la empujaron hacia el agua. Alekatem  se quedó inmóvil, viendo como la canoa desaparecía lentamente.

Flotó varios días, sin siquiera moverse. Dormida, y con el cuerpo entumecido de frío llegó a una orilla. Recién ahí, abrió sus alas. Las abrió tanto que llegaron a transformarse en un caoba delicado  que danzaba con el sol y la brisa fuerte del sur.

Naa Chache, voló, tan alto que se perdió en el continente. Ya cansada, bajó sobre un tronco de eucaliptus y se paró sobre la imagen de una serpiente que la desafiaba. A pesar del miedo, volvió a abrir sus alas, que flameaban al compás del canto de los pájaros. Ahí se quedó, esperando a Alekatem, quien algún  día se daría cuenta de su infinito amor y llegaría a buscarla.

Silvia Vázquez

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