Microcuento:Sonidos
Esa noche estábamos todos afuera, en el jardín, cenando en familia. Los sapos rondaban la mesa, pero sabíamos que eran inofensivos y hasta terminábamos jugando atrás de ellos, a los saltos, imitándolos. Cuando comenzaba a hacer calor, el abuelo quería cenar afuera, no en un restaurant, sino en nuestro patio, mirando las plantas de ciruelos y quedándonos hasta más tarde disfrutando de la brisa que apenas movía las hojas del laurel enorme que asomaba en la medianera de la casa…